El sábado 13 de mayo un grupo de Caballeros y Damas llegados de Zaragoza y Huesca, así como numerosos miembros de la Hermandad de Jaca, tuvimos una preciosa jornada de convivencia y de profundización en el conocimiento de la Jacetania. Era una visita que teníamos pendiente ya que a pesar de la asiduidad de nuestras estancias en Jaca, donde tenemos nuestra sede social, no le habíamos dedicado todo el tiempo que requieren sus magníficos monumentos y su caserío.
La jornada comenzó en la Estación de Canfrac que fue inaugurada en 1928 por Alfonso XIII y estuvo en activo hasta 1970, fecha en la que se interrumpió el tráfico ferroviario con Francia al hundirse el puente de L´Estanguest. En la década de 1930 tuvo su mayor esplendor, aunque actualmente ha retomado fama por los libros y películas que respecto a ella se han producido sobre el paso del oro alemán y también sobre diferentes capítulos de espionaje y huida de los judíos en la segundo guerra mundial. El imponente edificio tiene 241 metros de longitud y 75 puertas a lo largo de ellos en cada lado. En los últimos han años ha habido varios programas para su rehabilitación y es intención del Gobierno de Aragón, ponerla en valor junto con la recuperación del tráfico ferroviario con Francia.
Visita a Canfranc y Jaca Continuamos en Jaca visitando el Castillo de San Pedro, conocido como “La Ciudadela”. Se trata de un conjunto militar de forma pentagonal construido a finales del siglo XVI por Tiburcio Spannocchi. En él está también el Museo de Miniaturas Militares, donde destaca la maqueta de la batalla de Waterloo. En la visita tuvimos un guía excelente, el Caballero de la Hermandad D. Juan Carlos Moreno, que ha escrito varios libros sobre la Ciudadela y la historia de Jaca. Nos explicó, no solo los elementos arquitectónicos del conjunto, sino además todas las circunstancias de las relaciones entre el castillo y Jaca, haciéndonos pasar unos
momentos también muy divertidos.
Posteriormente nos dirigimos al Ayuntamiento de Jaca, donde la Tte. de alcalde, Dª Olvido Moratinos nos dirigió unas cariñosas palabras de bienvenida y posteriormente nos obsequió con aperitivo en el salón de recepciones. El ayuntamiento es un edificio construido a finales del siglo XV y principios del XVI de estilo plateresco aragonés y destaca de él su fachada.
Después de esta recepción nos dirigimos a comer, descansar y reponer fuerzas al restaurante “El Acebo”, a donde vino a recogernos Dª Belén Luque, Directora del Museo Diocesano de Jaca para realizar un recorrido por los lugares más significativos de Jaca y terminar en el museo que ella dirige, siendo otra insuperable guía.
Destacamos la visita al Monasterio de Santa Cruz, popularmente conocido como “las benitas”, porque sus moradoras son benedictinas. En él se encuentra el sarcófago tallado en piedra de Dª Sancha, que fue hija de Ramiro I y Ermesinda y hermana de Sancho Ramirez y termino sus días de Abadesa del Monasterio de Santa Cruz de la Seros. También tiene unas pinturas tardo-románicas perfectamente conservadas.
Del convento, pasamos a la Catedral que fue ordenada construir por Sancho Ramírez en 1077, su visita supone un viaje por la historia y la evolución del arte, desde las primeras manifestaciones del románico hasta la experiencia artística de finales del XVIII. Anexo a ella, se encuentra el Museo Diocesano al que se accede a través del claustro. Es uno de los mejores museos sobre el románico. En él destaca la sala dedicada a la iglesia de Bagues, dedicada a los santos Julian y Basilisa, cuya pinturas murales fueron trasladadas a las paredes del museo. En planta superior destaca el frontal gótico del altar de la iglesia de Santa María de Igualcel. La prolijidad de preciosas imágenes de la Virgen, de cuadros y esculturas, le hacen un lugar único y necesario para interpretar el arte románico.
Terminada esta última visita, volvimos encantados con el día vivido a nuestros lugares de partida, deseosos de que llegue pronto la ocasión de compartir una nueva experiencia similar.