El sábado 23 de marzo realizamos la tradicional excursión de la Hermandad, en este caso a una parte menos visitada de la provincia de Huesca y en un agradable ambiente primaveral.
Comenzamos en la naturaleza, en la laguna de Sariñena, visita que preparó el Caballero Jorge Diéz, Director General de Sarga, que es la empresa pública que gestiona el espacio. Esta laguna es de origen endorreico y está situada entre las cuencas de los ríos Alcanadre y Flumen. Tiene un anillo de vegetación a su alrededor que hace de ella un lugar idóneo como hábitat para el descanso de gran número de diferentes especies de aves. Desde su Centro de Interpretación, pudimos contemplar, ánades reales, cormoranes grandes, garcillas bueyeras…. y sobre todo el avetoro que nidifica allí. Su contemplación fue posible, dado que éramos un numeroso grupo, gracias a las atenciones que recibimos por parte del personal del Centro, que incluso nos prestaron sus prismáticos.
Continuamos en la Cartuja de Nuestra Sra. de las Fuentes, o Cartuja de los Monegros como se le conoce popularmente, que fue construida en 1.507 por los Condes de Sástago. El apelativo de “las fuentes”, viene de la milagrosa aparición de una imagen de la Virgen junto a un manantial que allí existía. Comenzó las explicaciones sobre este Conjunto Histórico Artístico, la Dama Silvia Sieso, hasta que fue relevada por el guía. El recinto amurallado constituyó una sorpresa para la mayoría, por las dimensiones y la magnitud de su iglesia, que sigue el modelo establecido por la Orden Cartuja. Destacan las pinturas murales de más de un millar de metros cuadrados que pintó entre 1.770 y 1.780 Fray Manuel Bayeu. El conjunto que desde el 2015 es propiedad de la Diputación Provincial de Huesca y requiere todavía de un enorme esfuerzo presupuestario para su rehabilitación.
Pasamos después a Villanueva de Sijena, donde los dos grupos que formamos visitamos alternadamente el museo y el cenobio en Real Monasterio que fundó en el S. XII, Dª. Sancha, esposa de Alfonso II, y que actualmente está habitado por las hermanas de la Orden de Belén. El Museo, que contiene las 94 piezas recuperadas en el 2016 principalmente del museo de Lérida, está situado en los antiguos dormitorios. Confiamos que en la siguiente visita, este solucionado el litigio actual y podamos contemplar, sobre todo, las pinturas murales que quedan por regresar.
Comimos en el restaurante más emblemático de la comarca, Casa Santos, famoso por sus patatas. Es un plato de patatas con carne picada condimentada con una crema que gratinan en el horno. Un merecido refrigerio y descanso para una intensa jornada.
La tarde la pasamos en Barbastro visitando su Catedral y su Museo Diocesano. Facilitó las visitas el Caballero Luis Ena.
La Catedral de Santa María de la Asunción está construida sobre una mezquita aljama, que fue construida y consagrada como Sede Episcopal en 1.101 tras la conquista de Barbastro por Pedro I. La iglesia de nueva planta es de principios del S. XVI y tiene tres esplendidas naves rematadas en los nervios de sus bóvedas por 485 rosas de madera policromada. En su famoso retablo se invirtieron 40 años; fue iniciado su basamento por Damián Forment en alabastro y a la muerte de este fue terminado por Juan de Liceyre.
El Museo Diocesano, fue reinaugurado en el 2010 para preservar los objetos religiosos de la diócesis, esta anejo a la Catedral y consta de cinco niveles con imaginería religiosa, esculturas y pinturas que van desde el primitivismo del románico hasta la sofisticación del barroco.