Real Hermandad de San Juan de la Peña
En sus orígenes, en el siglo IX, el monasterio fue una pequeña iglesia prerrománica, que aún subsiste subterránea.
Posiblemente el único monumento mozárabe en Aragón. Después, durante el siglo X, los condes de Aragón y los reyes de Pamplona le otorgaron donaciones y protegieron su desarrollo. Y en el siglo XI el Monasterio vive su época de mayor esplendor, cuando Sancho el Mayor le hace donaciones e introduce en él la reforma benedictina, hacia 1025. Sancho Ramírez tuvo especial predilección por San Juan de la Peña e introdujo en él el rito romano, en 1071.
Para entonces el monasterio era ya el centro espiritual del Reino de Aragón, desde donde se imploraba por la ventura de la expansión hacia el valle del Ebro.