La Real Hermandad de San Juan de la Peña vivió una nueva edición de su fiesta grande a la que acudieron más de 300 invitados. La jornada de convivencia tuvo lugar el pasado 23 de junio en el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña, un conjunto único donde arte y cultura se dan cita y, además de ser considerado por la tradición como la cuna del Reino de Aragón, es parada habitual del Camino de Santiago.
El programa de actos comenzó con la recepción de autoridades, invitados y miembros de la Real Hermandad. Posteriormente, el obispo de Jaca, Julián Ruiz Martorell, y el Abad Mitrado de Leyre, Juan Manuel Apesteguía, presidieron la tradicional Eucaristía. En ella se hizo especial mención al Hermano Mayor de la Hermandad, Emilio Eiroa, fallecido el pasado mes de marzo, donde se resaltó su gran trabajo y lucha por los intereses de Aragón.
Tras la misa, hubo un homenaje a los Reyes y Nobles de Aragón enterrados en el Monasterio y, a continuación, se procedió a la habitual investidura de los nuevos Caballeros, Damas, Infantes e Infantas de la Real Hermandad en el Claustro del Monasterio, donde se cantó el Himno de la Real Hermandad.
La jornada finalizó con un almuerzo de hermandad en la Iglesia del Monasterio Alto San Juan de la Peña, en la pradera de San Indalecio, en la que participaron todos los asistentes.